domingo, 9 de noviembre de 2008

Hacia una estrategia de EA regionalizada para Los Tuxtlas


En la región de Los Tuxtlas-Santa Marta, lo que hasta hace un tiempo era un sueño de unos cuantos, se ha convertido en un esfuerzo compartido en proceso de consolidación: se trata del desarrollo de una estrategia de educación ambiental regionalizada, es decir, diseñada específicamente para las características, necesidades, problemáticas y actores sociales de esta zona tan importante desde el punto de vista de la biodiversidad, la cultura y los servicios ambientales.

Podría pensarse que los caminos para la conservación estarían allanados tras haberse decretado la creación de la Reserva de la Biosfera Los Tuxtlas hace casi nueve años, y al haber sido estudiada la relevancia de la zona para la recarga de mantos acuíferos y para la biodiversidad. Pero la realidad no es tan sencilla: diversos daños ecológicos se siguen presentando a menudo (incendios, contaminación, deforestación, sobreexplotación de recursos, extracción de especies protegidas, etc.).

Sucede que las investigaciones, las recomendaciones, las regulaciones y decretos no sirven de mucho si no son comprendidos, aceptados y adoptados por quienes cotidianamente interactúan con la región que se desea proteger. Esto quiere decir que para preservar y restaurar la riqueza natural de Los Tuxtlas es indispensable el apoyo de los diversos sectores sociales. Pero para que su participación realmente tenga un impacto positivo, debe estar basada en información y análisis bien fundamentados; además de contar con estrategias y organización que permitan optimizar los recursos y las voluntades.

Por lo anterior, desde el año 2005 el proyecto Manejo Integrado de Ecosistemas (MIE-GEF)
[1] de la Dirección de la Reserva de la Biosfera, con el apoyo de diversas instituciones y organizaciones ha trabajado para definir y llevar a cabo una estrategia de educación ambiental tanto para la zona de amortiguamiento de la Reserva (donde viven cerca de 33 mil personas); como para su zona de influencia, donde se encuentran ciudades y cabeceras municipales como Santiago y San Andrés Tuxtla, Catemaco, Tatahuicapan, Soteapan, Minatitlán y Coatzacoalcos, que en conjunto tienen más de un millón de habitantes.

Desde el principio ha habido la intención de superar diversas inercias que son bastante comunes en el ámbito de quienes trabajamos en la educación y sensibilización respecto al ambiente: dispersión de esfuerzos; escasez de recursos humanos, oportunidades formativas y materiales de apoyo; simplificación de las problemáticas y las estrategias que sólo atacan sus aspectos más superficiales; sectorialización del trabajo ambiental; enfoques e información demasiado general o diseñada para otros contextos, etc.

Por ello, se ha llevado a cabo una labor paciente y bien planificada, basada en las siguientes líneas de trabajo :

1.- Generar espacios de aprendizaje y encuentro en los que participemos representantes de distintas instituciones, organizaciones y sectores sociales interesados en promover una mejor y mayor cultura ambiental, de manera que cada quien aporte sus experiencias y conocimientos; y para que pueda darse un reconocimiento y un apoyo a los objetivos compartidos. A esto le llamamos Comunidad de Aprendizaje.

2.- Llevar a cabo una labor de sensibilización ante distintas instituciones, para invitarles a que destinen mayor atención y recursos al tema de la educación ambiental.

3.- Conscientes de que los recursos económicos y humanos actualmente destinados a esta área son reducidos, en vez de intentar que un pequeño grupo de trabajo llegue a una población tan numerosa como la que hay en la región, se ha privilegiado la estrategia que llamamos “formación de formadores”, es decir, apoyar la capacitación de las personas que inciden en el ámbito educativo de la región. Se trata no sólo de las instituciones educativas (SEV, CONAFE, IVEA, U.V.), sino también de las organizaciones de la sociedad civil que inciden en distintos sectores y comunidades, así como medios de comunicación, grupos religiosos, e inclusive con programas gubernamentales que aunque tienen un sentido más general, definitivamente tienen una influencia de tipo educativo, como es el caso de IMSS-Oportunidades.

4.- Se ha promovido un enfoque regionalizado, de manera que la educación ambiental que se lleve a cabo contemple las características naturales y culturales del contexto local. Se ha buscado también producir materiales educativos y de comunicación con esta misma orientación.

A la fecha la consolidación de una estrategia con todas estas características es toda una realidad. Especialmente en los últimos meses ha habido importantes avances, gracias a la entusiasmada y comprometida participación de instituciones, organizaciones y personas.

La Comunidad de Aprendizaje en Educación Ambiental es toda una realidad, y de manera cada vez más autónoma organiza eventos, capacitaciones y otras actividades que pretenden influir positivamente en la cultura ambiental de la región.

Las instituciones de todo tipo a nivel regional y estatal se concientizan y comprometen cada vez más a apoyar la educación ambiental.

Se han producido diversos materiales didácticos y de comunicación regionalizados: maquetas, manuales, materiales visuales, folletos, carteles, spots de radio y un video documental que podrá consultarse en este blog.

A la fecha se ha trabajado de manera directa con más de 2 mil personas. Pero con la estrategia de multiplicación y participación que hemos descrito, es de esperar que la convocatoria a conocer y a involucrarse en el cuidado de esta maravillosa región llegue cada vez a más personas. Así, nos iremos dando cuenta del poder transformador que tiene la educación cuando todo mundo se asume simultáneamente como aprendiz y como maestro. ¡La invitación a participar está abierta, hemos comenzado!


[1] El Proyecto MIE es financiado por el Global Environmental Facility (GEF). Busca desarrollar experiencias piloto que promuevan la sustentabilidad y que tengan un impacto en las políticas públicas regionales. Los Tuxtlas es una de las 3 regiones de México en que se está aplicando.